Xavi se queda… de momento, por Joan Vehils
El martes a las cinco y media de la tarde, Xavi se quedaba. Por la mañana, estaba más fuera que dentro. Luego, pasado el mediodía y tras reunirse con Laporta, se confirmó que acabaría su contrato. Tanto es así la descripción de los hechos, que un día antes de este ajetreado miércoles de abril, el director deportivo ya tenía un recambio posible y no era Márquez. Otro exfutbolista del Barça era el elegido.
La sensación de improvisación que el club ha dado durante estas últimas cuarenta y ocho horas no es buena ni para Xavi ni para el propio presidente. El entrenador solo ha tardado tres meses en cambiar de manera radical de opinión. Aquella noche fatídica del 27 de enero, tras perder contra el Villarreal, y todavía con opciones en la Copa, la Liga y la Champions, Xavi fue contundente con su mensaje. Ahora, tras perderlo todo, está convencido de seguir. Sorprendente. El entrenador del Barça tendrá que argumentar muy bien los motivos de este cambio de opinión. Deberá también explicar si el club le ha prometido los fichajes que reclamaba, la continuidad de todo su cuerpo técnico y matizar los objetivos de la próxima temporada.
Por su parte, el presidente está obligado a contar a sus socios todo lo sucedido. Es verdad que Laporta es de los que más ha confiado en Xavi, pero todos estos cambios de rumbo merecen una amplia explicación.
La clave es saber si, además de asegurar la segunda plaza de la Liga, el reto de la próxima temporada es seguir pensando en ganar el sextete o, por el contrario, explicar que empieza un nuevo proyecto, basado en el talento de La Masía y sin objetivos concretos. A día de hoy, es una incertidumbre.
Por nuestra parte, seguiremos explicando lo que sucede dentro y fuera del club. Nos gustaría que Xavi triunfara en el Barça, que su currículum no quedara solo con una Liga, pero eso no quita que continuaremos narrando lo que vemos. Y lo que hemos visto durante buena parte de la Liga es inadmisible para un equipo como el Barça. Pues eso, que Xavi se queda. No obstante, visto lo visto, mejor añadir: de momento…