Una bebé de un mes sobrevive a la furia de DANA; una maleta la protegió del viento y el agua
La madrugada del 29 de octubre de 2024, la comunidad de Paiporta, en Valencia, España, fue testigo de una tragedia de dimensiones catastróficas. La DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) arrasó la región, dejando a su paso inundaciones devastadoras que sorprendieron a cientos de personas en sus vehículos y hogares.
Entre esas víctimas, resalta la historia de Aurora, una bebé de apenas un mes de vida que logró sobrevivir a la furia de la tormenta gracias a la valentía de su madre, su abuela y un grupo de desconocidos. De acuerdo con medios locales, la madre de Aurora, identificada como Flor, viajaba en coche junto a su hija y su madre, de 68 años, tras una visita a un centro comercial en Alfafar.
Al cruzar el polígono industrial de Paiporta, la lluvia comenzó a caer con fuerza, pero lo que parecía una tormenta pasajera se transformó en una riada que inundó rápidamente las calle, en cuestión de minutos, el agua comenzó a llenar el vehículo, convirtiendo el viaje en una peligrosa situación para todos los que viajaban en él.
A pesar de estar aún recuperándose de una cesárea, Flor luchó por abrir la puerta del coche, y con la ayuda de su madre, logró sacar a Aurora a través del maletero. La fuerza del agua era tan imponente que las tres mujeres se vieron arrastradas por la corriente, buscando desesperadamente un lugar seguro
Cuando la situación parecía más desesperante, una joven desconocida irrumpió en la escena. Azahara, de 31 años, también había quedado atrapada por la riada tras abandonar su coche. Al escuchar los gritos de auxilio, trepó una valla y llegó hasta la familia en apuros.
«Vi a un hombre pidiendo ayuda porque había mujeres con una bebé en el agua», explicó Azahara.
Así es como pudo sobrevivir Aurora a DANA
Con una determinación inquebrantable, la joven tomó una decisión que cambiaría el destino de Aurora. Flor, al ver la desesperación y la altura de Azahara, le entregó a su bebé en un acto de absoluta confianza, sabiendo que su hija estaría en buenas manos, una vez con la pequeña en brazos, corrió hasta una nave industrial cercana, donde ropa y una maleta sirvieron como cobijo.
De acuerdo con Azahara, la pequeña Aurora no lloró ni una sola vez durante esa larga espera y en su lugar permaneció tranquila, envuelta en ropa seca dentro de la maleta, mientras sus rescatadores intentaban mantenerse a flote con neumáticos y palés en caso de una nueva subida del nivel del agua.
Finalmente, después de varias horas de angustiosa espera, las voces de la Guardia Civil se oyeron a lo lejos. «¿Hay alguien ahí?», gritaron los agentes, y Azahara, aliviada, respondió rápidamente. El equipo de rescate, liderado por el sargento José del Río, llegó a la nave y logró sacar a Aurora, su madre y su abuela del peligro, llevándolos a un lugar seguro.
«La imagen de esa bebé en una maleta es algo que no olvidaré jamás. Fue la luz en una noche llena de oscuridad», declaró el sargento José del Río.
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Fuente heraldodemexico.com.mx