Trump anuncia que prohibirá a mujeres trans participar en competiciones deportivas femeninas
«Mantener a los hombres fuera de los deportes femeninos”, así ha llamado Donald Trump a la orden ejecutiva destinada a prohibir que mujeres y niñas transgénero compitan en categorías femeninas de deportes en escuelas y universidades financiadas con fondos federales. La nueva administración de EEUU ha enmarcado la política como una medida para garantizar la equidad en el deporte femenino, argumentando que las mujeres transgénero tienen ventajas biológicas a las que se refiere como injustas. Esta es la última de una serie de medidas ejecutivas que restringen los derechos de las personas trans desde que Trump juró el cargo en enero, algo que prometió hacer desde su discurso de investidura.
Hace apenas una semana, Trump ya ordenó retirar la financiación a las instituciones que proporcionan atención sanitaria para menores trans que tiene que ver con su proceso de transición (hormonación y cirugía, pero también atención psicológica específica, por ejemplo). Esto ha llevado a hospitales como NYU Langone Health (asociado a la tradicionalmente progresista Universidad de Nueva York) a suspender dichos tratamientos, provocando la reacción de las familias afectadas.
Protestas y demandas
Las manifestaciones se han sucedido desde entonces delante de la sede del hospital neoyorquino (y por todo el país), en protesta por las medidas que consideran discriminatorias y perjudiciales para los jóvenes trans. Entre los manifestantes se encontraba la actriz y activista Cynthia Nixon (famosa por interpretar a ‘Miranda’ en la serie ‘Sexo en Nueva York’) que expresó su indignación por el impacto de la política en los menores trans, incluido su propio hijo, que recibió tratamiento en el centro.
Las batallas legales también han comenzado. Respaldadas por organizaciones de derechos humanos y trans, las familias han presentado demandas contra el Gobierno de Trump, argumentando que las restricciones violan las protecciones constitucionales y las leyes contra la discriminación. En Nueva York, la fiscal general, Letitia James, ha advertido a los hospitales y proveedores médicos de que negar la atención a la salud de menores podría ser ilegal en virtud de la legislación estatal y ha señalado que su oficina está dispuesta a tomar medidas contra las instituciones que incumplan la normativa.
Desviar la atención
Trump, desde su campaña, ha convertido en un problema de envergadura nacional una casuística poco común (la de atletas trans compitiendo en eventos deportivos femeninos) que no afecta al funcionamiento social pero sí a la intimidad y los derechos de unas pocas personas. Los atletas transgénero representan una pequeña fracción de los deportistas. El presidente de la Asociación Nacional Deportiva Universitaria (NCAA, por sus siglas en inglés), Charlie Baker, declaró en diciembre que se conocen menos de diez estudiantes transgénero entre un total de 510.000 deportistas.
Además, un análisis de la Human Rights Campaign concluyó que el principal problema de los deportes femeninos no es la inclusión de atletas transgénero, sino la falta de financiación y las disparidades en recursos en comparación con los deportes masculinos. Según datos del Departamento de Educación de EEUU, las escuelas gastan en deportes femeninos 0,55 dólares por cada dólar que va a deportes masculinos. Otras grandes barreras del deporte femenino son el sexismo y los abusos de personas en posiciones de poder, como entrenadores, hacia atletas femeninas.
Pero por algo uno de sus eslóganes de campaña era “La agenda de Kamala es para elles, no para ti”, en un intento de desviar la opinión pública.