Resumen, goles y highlights del partido entre la UD Las Palmas y el Girona
Cuando no te sale nada, al menos hay que seguir intentándolo. Es lo que le toca al Girona. Ya llegaba a Las Palmas de Gran Canaria con un equipo cansado y plagado de bajas… y se fue con otro jugador lesionado, sin puntos y con la sensación de que nada iba a salir bien aunque se intentara por activa y por pasiva. La nota positiva fue el debut de Papa Dame Ba y los minutos de Selvi como titular.
Un gol anulado por centímetros, un disparo a bocajarro que saca el portero, un tanto en contra cuando estás esperando que se haga efectivo un cambio… Todo mal. Al equipo de Míchel le toca seguir, intentar recuperar efectivos y esperar que todo mejore en las próximas semanas. No queda otra.
La primera media hora de partido, seguro, fue del Girona. Y es que cuando apenas se había llegado a las áreas, Van de Beek ya había visto portería con un disparo con el exterior maravilloso que sorprendía a Cillessen. Se las prometía muy felices el cuadro gironí en ese momento. Pero las cosas no iban a tardar en torcerse. De hecho, pocos segundos después el colegiado anulaba el tanto al considerar que en el inicio de la jugada el balón de Misehouy sobrepasaba la línea de banda.
Luego, Danjuma, la única nota desequilibrante en todo el once por las ausencias, ponía un caramelo a Arnau Martínez para que el capitán solo tuviera que empujarla, pero su remate se fue directo a las manos de Cillessen. Ahí, empezaba un nuevo partido. Y no iba a ser el del Girona. La UD Las Palmas cogió temperatura y, poco a poco, se fue adueñando del duelo justo antes del descanso, cuando aprovechó el infortunio.
Lesión de Alejandro Francés
Caía lesionado Francés, el banquillo gironí tardó en exceso en hacer el cambio y el cuadro amarillo aprovechó para anotar el único tanto del encuentro. Le cayó el balón muerto a Álex Muñoz después de un centro desde la derecha y no perdonó. Esa zona era la del lesionado Francés.
En la reanudación, fue un quiero y no puedo de manual. El Girona se vio incapacitado de hacer daño más allá de algún tiro lejano o un cabezazo de Miovski que se fue directamente a las manos de Cillessen. No hubo demasiado más. El duelo dio la sensación que podría haber durado 90 minutos más y no hubiera habido goles en las filas del Girona. Tuvo más ocasiones la UD Las Palmas, sobre todo a la contra, pero tampoco quiso hacer más daño.
Poco puede reflexionar un Míchel que el equipo le da para lo que le da, con todas las ausencias que arrastra. No le queda otra que esperar a que la enfermería empiece a vaciarse. Esperemos que sea pronto.