José Hidalgo: «Queremos que el triatlón sea el deporte de las personas»
A sus 60 años, el extremeño José Hidalgo lleva ya 27 al frente de la Federación Española de Triatlón desde que ha capitaneado una larga época de gloria para el deporte español en una disciplina semidesconocida a finales del siglo pasado. Además, preside la Asociación del Deporte Español (ADESP), la Federación Iberoamericana de Triatlón y es miembro de World Triathlon y del Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Español.
El dirigente estuvo en SPORT y analizó la realidad de una disciplina en continuo crecimiento que deberá hacer frente a la retirada de las tres grandes figuras españolas como Jesús Gómez Noya, Iván Raña y Mario Mola, así como a nivel mundial del astro británico Alistair Brownlee.
Ya lleva 27 años en el cargo. ¿Cómo se consigue eso?
Me llegó casi por casualidad y poco a poco he ido creciendo, primero a nivel nacional y después internacionalmente. Ha sido una curva de aprendizaje y puede sonar mal, pero ahora tengo la madurez, el conocimiento y la influencia para aportar y devolver a este deporte todo lo que me ha dado.
Lo primero fue dar a conocer el triatlón. ¿Cómo ha sido este trabajo?
Gran parte del trabajo lo han hecho los referentes, además con muy buena imagen como Javi (Gómez Noya), Mario (Mola) e Iván (Raña). Al principio se veía como un deporte de superhombres que transformamos hacia el deporte del reto personal. No importa cómo quedes… ¡Rétate!
¿Y ahora cuál es la prioridad?
Queremos que sea el deporte de las personas. Un deporte social en el que todos encuentren algo que les entusiasme. Puede ser la salud, una medalla, un campeonato, el sentirme guapo o guapa… lo que sea.
Yo siempre digo que no es tan complicado. Incluso en un gimnasio, si haces media hora de natación, media de cinta y media de bici…
¡Ya eres triatleta! Somos el deporte de las ciudades y se nos tiene que ver como el deporte divertido. Son tres disciplinas y si quieres rendimiento hay un mundo de conquista, pero si quieres sentirte bien y estar saludable, un día nadas, otro montas en bicicleta y otro corres. Es el deporte más completo.
Cuando llegó a la presidencia en 1997 había menos de 4.000 licencias en España. ¿Cuántas manejan actualmente?
Tenemos entre 30.000 y 40.000, aunque si sumamos a los practicantes de un día estaríamos por encima de 100.000. Somos un deporte emergente, pero nos falta dar ese salto como deporte de las personas. Poco a poco hemos logrado que la gente se saque una licencia, y eso que no somos un país atractivo. Hay muchos más practicantes y simpatizantes que licencias.
¿Cómo han ayudado las figuras?
Han sido un tractor enorme. Hemos dominado el triatlón mundial en hombres durante casi dos décadas contra 170 países. De 2002 a 2020, España ganó nueve Mundiales, los mismos que el resto del mundo. Javi (Gómez Noya) ha sido tan importante… Y Mario Mola ganó tres oros.
¿Qué viene por debajo?
Tenemos una generación muy joven que ya estuvo en París. Alberto (González), octavo, es el gran exponente con Antonio Serrat y Roberto Sánchez-Mantecón. Y detrás David Cantero, campeón mundial sub’23 el año pasado con mucha claridad, como Gómez Noya en 2003. Después tenemos a Sergio Baxter, que fue primer reserva en los Juegos.
¿El otro reto son las mujeres?
Así es. El triatlón es un deporte moderno que ya nació igualitario. Es uno de los deportes que más ha crecido en participación femenina. Si hablamos de elite, tenemos a Miriam (Casillas), que viene de ser quinta en la Gran Final de Torremolinos. Todavía le queda mucho y detrás Anna Godoy, Noelia Juan, Sara Guerrero, Marta Pintanel tendrán mucho que decir en el futuro.
¿Qué hay de Greensport Flag, el plan de acción de la ADESP para el medioambiente?
Se trata de posicionar el deporte como altavoz por la sostenibilidad y por el medioambiente, porque tenemos que ser los primeros interesados en cuidar nuestro medio. El triatlón es el deporte con más ‘banderas’ en los últimos años (distinción a las organizaciones que cumplen una serie de requisitos).
¿Hasta qué punto es importante el trabajo político?
Como presidente (de la Federación y de ADESP), la vinculación con el mundo de la política es importante. El deporte ha sido muy endogámico y ya hemos entendido que para avanzar hemos de estar pegados a las realidades políticas, porque quienes pueden cambiar las leyes y movilizar los recursos son ellos. Tenemos que responder y asesorar a los responsables políticos, contarles una historia realista y sintonizar con los intereses de las ciudades.
Hablando de modernidad, tenemos el Alto Rendimiento Digital.
Es un proyecto de ADESP. Vimos que con los fondos de reconstrucción necesitábamos un proyecto relacionado con la formación en las capacidades y las habilidades digitales aplicadas al deporte. Hacía falta que alguien liderara en el ecosistema deportivo. Presentamos un proyecto que se nos aprobó y ya hemos formado y se han inscrito unos 2.000 alumnos en estos cursos que desarrollamos con la Universidad Juan Carlos I, así que ya estamos muy cerca del objetivo inicial de llegar a 3.000.
Si se jubila en la presidencia, ¿le habrá faltado algo? No sé, el COE…
Yo creo que me retiraría satisfecho. Las cosas tienen que venir en su momento. Además, Alejandro Blanco está haciendo un gran trabajo. No esperaba ser presidente de la Española hace 28 años, fue sobrevenido. Ahora estoy embarcado en un tema que me apasiona y que me pidió el presidente de la Federación Internacional, coordinar y capitanear una transformación del modelo competitivo internacional.