Javier Acosta: una “roncha” empezó a comérselo y tuvo que aplicarse la eutanasia; «nos veremos en el cielo»

Javier Acosta era un joven de Bogotá, Colombia, que comenzó a tener problemas con su piel ya que había ido a un paseo familiar en el que estuvo en contacto con una alberca donde se contagió de una bacteria que inició como una roncha en su glúteo derecho.

Aquella roncha fue expandiéndose de manera paulatina y a medida que crecía por todo el cuerpo de Javier, el dolor era proporcional lo que generaba un gran sufrimiento al joven bogotano que era un fanático del futbol, particularmente de la escuadra de Millonarios, lo que lo hizo tomar la decisión de aplicar la eutanasia.

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¿Quién era Javier Acosta?

La eutanasia es parte del derecho humano para que la persona que lo solicita tenga una muerte digna ante complicaciones de salud, que en el caso del joven bogotano la dolorosa travesía para atenderse la bacteria come carne fue en extremo dolorosa, por lo que compartió en las redes sociales su experiencia y su decisión para aplicarse la medida.

Javier Acosta era un fanático del fútbol y siempre se mantenía activo; sin embargo un fuerte accidente automovilístico le dejó graves secuelas y lo postró en una silla de ruedas desde hace varios años, pero eso no le impedía llevar a cabo su vida de manera normal.

Pero cuando disfrutaba de las vacaciones con su familia hace cinco años, el joven contrajo la bacteria que carcomía su piel, además del tejido y hueso. Pasaron cinco días desde que se metió a la piscina cuando empezó a ver la roncha que poco a poco se convirtió en una llaga que crecía en su cuerpo, contó en las redes sociales.

¿Cuál fue el diagnóstico de Javier que lo hizo pedir la eutanasia?

Desde entonces Javier pasó más tiempo en el hospital que en su propia casa por el tratamiento al que era sometido para que le retiraran la bacteria de su cuerpo que lo devoraba vivo. Aunque en un momento parecía que por fin se libraría del contagio, se complicó, dijo en su live.

«Me tuvieron que raspar el glúteo izquierdo y me pusieron un injerto, pegó bien, pero luego se pasó al derecho»: Javier Acosta.

Aunque los galenos pensaron que el problema de Javier era una fuerte infección urinaria, finalmente le dieron un devastador diagnóstico al asegurar que se trataba de cáncer en la sangre, dijo Acosta, lo que hizo que decidiera aplicarse la eutanasia como un último acto de control que tenía de su vida..

El relato quedó documentado en video donde el joven bogotano se despidió de sus seres queridos y agradeció las muestras de apoyo que recibió por parte de sus personas cercanas durante los últimos cinco años en los que trató de combatir a la mortal bacteria que contrajo por meterse a una piscina.