Hombre atacado por un tiburón blanco revela cómo es estar en sus fauces: «todo se ve negro»

Eric Nerhus, un reconocido buzo australiano, es una de las pocas personas en el mundo que puede contar cómo es sobrevivir al ataque de un enorme tiburón blanco. El hombre fue atacado por un escualo en 2007, cuando buceaba por los arrecifes de Cabo Howard en Nueva Gales del Sur; lo que empezó como una divertida actividad para buscar caracoles marinos, terminó en desgracia cuando fue atacado por el depredador.

Ahora, más de una década después del ataque, Eric ha compartido cómo fue el ataque y su doloroso camino de recuperación ante medios británicos. El buzo ha detallado que, por breves minutos, su cabeza estuvo en las fauces del depredador de más de 3 metros de largo, hecho que lo hizo sentir el mayor miedo que había experimentado hasta ese momento de su vida. 

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Buzo detalla cómo es estar dentro de un tiburón blanco

De acuerdo con su testimonio, Eric estaba buceando cuando el tiburón llegó por detrás e intentó tragárselo por completo. Afortunadamente, el sujeto tenía puesto su equipo de buceo, lo que impidió que el animal lo pudiera devorar. «En un minuto era de día, al segundo siguiente todo se volvió negro. Dentro de las mandíbulas estaba simplemente oscuro, no podía ver nada porque estaba mirando hacia la parte posterior de su garganta. Nunca había experimentado algo así», dijo para medios en inglés. 

Agregó que: «la mitad de mi cuerpo estaba en la boca. Palpé la cuenca del ojo con mis dos dedos y los metí en la cuenca. El tiburón reaccionó abriendo la boca y yo simplemente intenté escabullirme. Todavía estaba tratando de morderme. Me aplastó las gafas contra la nariz y éstas cayeron en su boca. Nunca en mi vida había sentido un miedo como el que sentí en las fauces de ese puntero blanco. Fui directo a su boca, de frente hacia adelante. La mitad de mi cuerpo estaba en su garganta. Era como estar en una cueva oscura”.

Eric sobrevivió de milagro al ataque

Por fortuna, Eric – quien en ese entonces tenía 41 años – fue auxiliado por su hijo, quien lo ayudó a nadar hasta la superficie y regresar a su bote, mientras el tiburón daba vueltas en círculos tratando de cazarlos. «Empujó su cincel de abulón en la cabeza del tiburón mientras mordía, y este lo soltó y se alejó nadando», dijo el hombre al detallar cómo fue que su hijo lo ayudó a escapar. 

La experiencia no terminó en desgracia y Eric sobrevivió al ataque y se recuperó favorablemente de sus heridas. Actualmente, ha compartido su experiencia con diferentes medios de comunicación y comunidades de buzos.