Hezbolá lleva a cabo ataque masivo con bíperes en Líbano y Siria

Bíperes utilizados por miembros de la guerrilla libanesa Hezbolá explotaron casi simultáneamente en Líbano y Siria, y mataron a nueve personas, incluida una niña de 8 años, además de herir a otras 2 mil 750, de ellas, 200 de gravedad.

Hezbolá y el gobierno libanés culparon a Israel de lo que pareció ser un grave ataque a distancia. El Ejército judío se negó a hacer comentarios.

Hezbolá encargó a la empresa taiwanesa Gold Apollo unos 3 mil bíperes (o buscapersonas) que fueron manipulados por Israel antes de llegar al Líbano, detallaron a The New York Times funcionarios de Estados Unidos.

El líder de Hezbolá había ordenado a sus miembros que dejaran de usar celulares, advirtiendo que podrían ser rastreados por la inteligencia israelí.

Entre los heridos estaba el embajador de Irán en Líbano, Mojtaba Amani. El misterioso incidente se produjo en medio de crecientes tensiones entre Israel y Hezbolá, que han intercambiado disparos en la frontera entre Israel y Líbano desde el ataque del 7 de octubre por parte de Hamás que desencadenó la guerra en Gaza.

El sabotaje masivo de una cantidad tan grande de los bíperes requirió tanto de inteligencia oportuna, como de capacidad técnica y algún fallo de seguridad.

Alan Contereras, CEO de Haak Cybersecurity Consulting, dijo a El Heraldo de México, que es posible que los bíperes tengan «algún fallo de seguridad y alguien pudo explotar eso, con el que se puede hacer lo que quieras».

El experto dijo que hay una falla en el bíper que poca gente conoce y es el sobrecalentarse al punto de explotar y «justamente lo pueden tomar los ciberterroristas para hacer cosas de este tipo».  

Por su parte, David González, investigador de seguridad del laboratorio de Eset en Latinoamérica, destacó a este diario que:

«Cualquier artefacto o dispositivo que pueda emitir cualquier tipo de onda a través de comunicación inalámbrica es susceptible a ser vulnerado y por lo tanto puede ser manipulado vía remota o con acceso físico».

Un experto en municiones exmiembro del Ejército británico dijo a la BBC que los dispositivos habrían estado cargados con entre 10 y 20 gramos cada uno de explosivos militares de alto poder, escondidos dentro de un componente electrónico falso.

Esto, destacó el experto, habría sido activado por una señal, algo llamado mensaje de texto alfanumérico. La persona que utilizó el dispositivo habría activado el explosivo.

En ese sentido, Conteras expresó que esa hipótesis suena compleja, pero es:

«Posible al buscar cómo modificar el hardware para poder agregar la pólvora y solo esperar la señal, que puede ser cualquier cosa, desde un mensaje, un pico en la batería eso provocaría la activación de la sustancia explosiva. Es viable».

González dejó claro que:

«Existen muchos procesos para hacer explotar dispositivos que integran una batería de litio, una sobrecarga o temperatura extrema, por lo regular arriba de los 60°C», dijo.  

MAAZ