He dejado atrás el miedo y ya no pienso en mi corazón durante los partidos
Daley Blind (Ámsterdam, 1990) está viviendo su «segunda o tercera vida» en Girona. Rinde a tan buen nivel con el equipo de Míchel, que prácticamente ni se acuerda del desfibrilador que lleva implantado en el corazón desde el año 2019 cuando sufrió un paro cardiaco con el Ajax. Ahora, quiere ser un ejemplo para aquellos que sufran una cardiopatía.
P: ¿Cómo llega un futbolista de su talla, que ha jugado en el Ajax, Manchester United y Bayern de Múnich, al Girona? ¿Conocía el club antes?
Conocía el Girona, por supuesto. Había visto algún partido porque hace tiempo que sigo LaLiga, pero no sabía que jugaba tan bien. Antes de ir al Bayern de Múnich, el Girona me llamó. Estaba interesado en venir, pero después llegó la llamada del Bayern de Múnich y, teniendo que decidir entre uno u otro, elegí el Bayern de Múnich. Ahora bien, no es extraño que esté aquí. Solo soy un chico normal, que quiere jugar a fútbol. Me lo estoy pasando muy bien en el Girona. Estoy feliz de formar parte de este equipo. Tenemos mucha calidad y creo que lo estamos demostrando.
P: ¿Se le puede atribuir parte de responsabilidad que el Girona esté en el top de la liga española?
Creo que cada jugador del equipo ha puesto de su parte. Por supuesto, intento ayudar y ser importante para el equipo. Creo que lo hemos conseguido entre todos juntos.
P: ¿Cuándo firmó por el club, se imaginaba que entrarían en esta dimensión y, encima, lo harían tan rápidamente?
Estoy un poco sorprendido, la verdad. No me lo esperaba. De hecho, creo que nadie se lo esperaba. La temporada pasada el Girona quedó décimo y podía pensar que esta también lucharíamos por conseguir la permanencia sin problemas. Sin embargo, ¡en invierno íbamos primeros! Esto es increíble. Quizás nadie se lo esperaba, pero hemos demostrado que somos un gran equipo y tenemos mucha calidad. Creemos en las victorias.
La Champions es posible, pero también muy difícil; tiene un merito enorme
P: Todo el mundo sueña con la Champions League. ¿Se conseguirá?
Sí, es posible. Pero también es difícil. Pienso que podemos decir abiertamente que jugaremos seguro la Europa League, y que tenemos el gran reto de clasificarnos para la Champions. Estar en esta lucha, en la cuarta temporada del club en Primera división, tiene un mérito enorme. Jugar la Champions sería increíble, claro que sí, pero no tenemos que ponernos presión añadida. Pase lo que pase, será una gran temporada.
P: ¿El equipo piensa en algún objetivo más? ¿Quizás la posibilidad de quedar en la segunda posición, por delante del Barça, e ir a la Supercopa de España?
No. Pensamos en ir partido a partido. Intentamos disfrutar del camino, que es muy duro. A final de temporada veremos si estamos en el top 1, 2 o 3. Esperamos que sea uno de estos. Ahora bien, si fuera en el top 5 también tendríamos que estar muy orgullosos de nosotros.
P: Imagino que tuvo que hacer un esfuerzo económico para venir en el Girona. ¿Cuál fue la clave para su decisión?
La clave fue que quería ir a un lugar donde pudiera sentirme valorado. Es evidente que nunca se puede saber si serás una pieza importante del equipo y tendrás minutos, pero el club me transmitió muy buenas sensaciones. Además, Míchel me quería de verdad. Hablar con él fue importante porque me explicó de qué manera quería jugar y qué papel tendría yo en su idea.
P: ¿A su familia le gusta Girona?
Mi familia es muy feliz en Girona, pero me siguen a mí. Tampoco los dejé elegir mucho (ríe)… Ahora seriamente, mi mujer y mis hijos son muy felices en Girona. Solo hay que mirar alrededor, es un lugar increíble para vivir.
P: Acostumbrado a los «grandes» clubes, ¿qué se ha encontrado en el Girona?
Siempre intento buscar lo mismo en cada equipo donde he estado: tener la confianza necesaria para poder rendir al máximo nivel. Pero en el Girona también he encontrado una familia, en el equipo todos vamos a una. Del primero hasta el último, todo el mundo intenta ayudarnos tanto a mí como mi mujer e hijos. Esto es muy bueno. Que haya tan buen ambiente a mi alrededor, hace que pueda tener una mejor actuación en el terreno de juego.
P: Hace tan solo nueve meses que está aquí y ya se ha convertido en una de las grandes referencias del equipo. ¿Sabías que una de las camisetas más vendidas del Girona es la que lleva su nombre?
No lo sabía, pero seguro que la más vendida debe de ser la de Stuani (ríe). Él es una leyenda del club y espero que siga con nosotros por mucho de tiempo. De todos modos, me alegro muchísimo que se vendan tantas. Siempre es agradable tener el apoyo de la gente.
P: ¿Cree que en Girona está corriendo más que nunca? Menos cuando ha sido baja, lo ha jugado todo esta temporada.
¿Correr más que nunca? ¡No, ni mucho menos! Creo que en la Premier League tenía que correr mucho más. Me siento muy bien, la verdad. Mi forma física es muy buena. Toco madera para continuar así.
P: ¿Todo y la trayectoria que tiene, siente que está en uno de los mejores momentos de su carrera?
En los Países Bajos hay un dicho que dice «está quizás es mi segunda o tercera vida». Se tiene que aprovechar como si fuera la primera. Me siento muy bien. Procuro tener cura de mí mismo, conozco mi cuerpo, y sé que estoy en un gran momento.
P: ¿Se acuerda de su corazón mientras juega?
Antes, sí que pensaba todo el rato durante los partidos. Ahora, en cambio, no. Creo que se nota. Yo mismo me martirizaba y me impedía soltarme, mientras que, después de mucho trabajo y esfuerzo detrás, he aprendido a salir de nuevo al campo pensante solo en el partido.
P: Parece increíble que pueda rendir a un nivel tan alto con un desfibrilador implantado en el corazón…
Es cuestión de creer en ti mismo. Creer que puedes hacer más de lo que te piensas. Ya sé que es muy fácil decirlo y aplicarlo es muy complicado, muchísimo, pero lo digo sinceramente. Se tiene que intentar dejar atrás el miedo, probarlo y desafiarte a ti mismo. Esta es la manera de conseguirlo.
P: Cuando le pasó, en 2019, debió sentir mucho miedo y tener muchas dudas. ¿Le gustaría ser una fuente de inspiración para las personas que también sufren una cardiopatía?
Sí, por supuesto. Lo intento. Tengo que decir que yo en el momento de sufrir el primer paro cardiaco no tuve miedo, porque mi corazón se recuperó solo, me implantaron el desfibrilador (ICD) y pude continuar jugando con el visto bueno de los médicos, pero cuando me volvió a pasar la siguiente temporada sí que tuve mucho. Me preguntaba constantemente qué me pasaría si me esforzaba… Quiero ayudar la gente que tenga el mismo problema que he tenido yo. Sobre todo, quiero que sepan que no tienen que tener miedo porque si lo intentan también se pueden salir.
P: En el cadete del Peralada, un club de las comarcas gerundenses, juega un niño, Biel Vargas, que en 2019 también fue operado del corazón y continúa jugando. La historia de los dos es de superación.
Estoy muy contento de saber que continúa jugando porque muchos lo habrían dejado. Si uno se siente bien, no tiene que dejar nunca de hacer aquello que más le gusta. Le puedes hacer saber a Biel que estoy muy orgulloso de él.
P: En más de una ocasión ha explicado que tiene la ambición de ser entrenador en un futuro. ¿Se fija mucho en Míchel?
Por supuesto, pongo mucha atención a sus lecciones. Lo he hecho siempre, con todos los entrenadores que he tenido en el Ajax, Manchester United y Bayern de Múnich… De todos he intentado aprender y extraer cosas. Pienso que es importante.
P: Su padre también lo ha marcado mucho. ¿Se podría decir que tiene un segundo entrenador en casa? ¿Aparte de no comer postres, en que más lo ha influido?
Mi padre me lo ha enseñado todo sobre el fútbol. Desde las cosas más sencillas. A veces, cuando la gente ve los jugadores en el terreno de juego, alguien puede pensar que es fácil, pero las cosas más sencillas son las más difíciles de llevar a cabo. Cada día hablamos sobre mis partidos y me intenta hacer ver como puedo mejorar. Es un entrenador más para mí, sí.
P: Aunque ganen o pierdan, al final de los partidos siempre se acerca a la afición para darles las gracias y arrastra el resto de sus compañeros, en especial a los más jóvenes, a hacerlo. Es un gesto simple, que no requiere esfuerzo, pero que significa mucho.
Reconozco que cuando era joven, me olvidaba a veces y el resto de jugadores del equipo me hacían quedar al terreno de juego. Es una cosa que he aprendido. La afición está siempre, tanto en casa como fuera, en todos los partidos. Es bueno darles las gracias por el simple hecho de estar, tanto si ganamos como si perdemos. El ambiente que hay a Montilivi es fantástico.
P: Firmó un contrato por dos temporadas, hasta el 2025. ¿Le gustaría quedarse más tiempo y hacer historia con el Girona?
¡Pienso que ya estamos haciendo historia y todavía no ha pasado ni un año! Soy muy feliz aquí, ya veremos cuántos años me puedo quedar.