DEPORTES

Hay un silencio cómplice que se sostiene por la cultura de la violación

«Era menor de edad y quedé con un chico mayor por Grindr (una app de citas para la comunidad gay). Acabamos en su casa teniendo relaciones y cuando estábamos en el acto me ofreció popper. Le dije que no. Insistió. Dije que no. Más adelante, sacó el bote y me lo puso en la nariz forzándome sin mi consentimiento. Luego procedió a forzarme y a penetrarme. Hasta hace muy poco no me di cuenta de que era una violación».

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