Final Copa del Rey | Raíllo: «Hemos salido del infierno para ahora poder tocar el cielo»
El capitán del Mallorca, Antonio Raíllo, afirmó que están «muy tranquilos, preparados» y «sin presión» ante la final de la Copa del Rey frente al Athletic y, tras recordar que hace seis años estaban en Segunda B, consideró que se merecen el título porque «han salido del infierno para a día de hoy poder tocar el cielo».
En la sala de prensa del estadio de La Cartuja de Sevilla, escenario de la final de este sábado, el defensa mallorquinista destacó este viernes que siente «emoción por todos los compañeros» que, en campañas anteriores, han estado «en este trayecto», pues «en todo camino hay baches o piedras que saltar para seguir hacia adelante», y dijo que lo siente «como aficionado del Real Mallorca» porque ya está «muy arraigado en la isla».
«Creo que nos lo merecemos (el título). Hemos vivido muchos momentos muy difíciles, hemos salido del infierno para a día de hoy poder tocar el cielo«, indicó antes del entrenamiento Raíllo, quien manifestó que muchas veces han jugado para no descender y ahí «te juegas la vida», por lo que «es mucho más dificil de soportar que la presión por el éxito».
De Segunda División B a pelear por un título
Preguntado por su sentimiento después de que hace sólo seis años estuvieran luchando por subir de Segunda B a Segunda, señaló que, «como para cualquier aficionado», esta oportunidad «es una alegría, una ilusion».
El capitán bermellón declaró que, si el Mallorca gana, «claro» que firma llegar a los penaltis y resaltó que el partido de Segunda B en el que hace seis años tenían «la obligación de ganar» para «salir del pozo» y subir a Segunda, como hicieron, «tenía mucha más presión» que esta final, aunque en el de mañana «la repercusion es mucho más grande».
«Hay que recordar los buenos momentos para disfrutar y los malos para aprender. Muchos de mis compañeros se han quedado por el camino, ahora los méritos o los halagos se los va a llevar la plantilla actual, pero los compañeros de Segunda B o de Segunda han conseguido el mérito de llevar al Mallorca hasta aquí, han formado parte de este camino, han ayudado a llegar a esta final y hay que agradecérselo», recalcó.
La relación con Aguirre
Sobre su entrenador, el mexicano Javier Aguirre, el central cordobés lo calificó como «un técnico muy especial, un poco atípico, muy cercano», y añadió: «tiene mucha experiencia, te trata como un padre, un amigo, un familiar, tiene a todo el mundo enchufado, maneja muy bien el trato personal y eso es lo que hace que lleve a su equipo así de bien».
Raíllo, de 32 años y que lleva ocho en Mallorca, aseguró que van a ir en la final «con paso tranquilo» y que es «un partido primordial» y en el que «si no ganas, esa opción (conquistar la Copa) se borra», aunque intentarán «jugar lo mejor posible y que la gente esté orgullosa» de ellos, y si ganan la Copa, «mucho mejor».
«Estoy muy tranquilo, pienso que es un partido más contra un rival al que ya nos hemos enfrentado y es importante qué es lo que hay fuera, pero tampoco darle un exceso de responsabilidad porque, al final, eso te puede mermar un poco. Este equipo es una familia y, más que compañeros, somos amigos. Si marco me alegraré, pero si es otro compañero, lo haré igual», comentó.
La labor arbitral
Respecto al árbitro de la final, el andaluz José Luis Munuera Montero, quien lo expulsó en esta edición de la Copa ante el Girona, le deseó «lo mejor» y dijo que «se merece estar aquí», ya que «cada vez que ha pitado lo ha hecho excelente», además de que tiene «una buena relación con él, es paisano».
Consciente de que los seguidores mallorquinistas serán minoría en Sevilla ante el masivo desplazamiento de la afición del Athletic Club de Bilbao, Raíllo pidió a los hinchas bermellones que «no se sienta inferiores a nadie y se sientan orgullosos de sus jugadores», pues «ellos tienen muchos más socios, pero el sentimiento de las dos aficiones será el mismo».