Este es uno de los principales riesgos de practicar deportes de contacto
Cada año se producen en España más de 100.000 traumatismos craneoencefálicos, de ellos aproximadamente el 75% de los casos se producen entre menores de 35 años. Y si bien es cierto que más de la mitad de estos traumatismos se deben a accidentes de tráfico, otro tanto por ciento importante (20%) se debe, según estima la Sociedad Española de Neurología (SEN) a las lesiones ocasionadas cuando se practican deportes de contacto.
Y los expertos en neurología aportan más datos: entre el 10% y el 20% de todas las lesiones deportivas que se producen cada año son traumatismos craneoencefálicos y alrededor de un 20% de los jugadores de deportes de contacto padecen, al menos, un episodio de daño cerebral traumático al año.
¿De qué deportes de contacto estamos hablando? Pues fundamentalmente del fútbol, el fútbol americano, el rugby, el hockey y el boxeo.
¿Qué es un traumatismo craneoencefálico?
«Un traumatismo craneoencefálico -o, como preferimos denominarlo, un daño cerebral traumático – es causado por un golpe, una sacudida o un impacto en la cabeza, que interrumpe el funcionamiento normal del cerebro”, explica el doctor Jesús Porta-Etessam, presidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
No se trata de una lesión menor si atendemos a los datos que facilita la OMS, que considera los traumatismos craneoencefálicos como la primera causa de muerte e incapacidad en la población menor de 45 años en los países desarrollados
“Y aunque no todos los golpes en la cabeza causan traumatismos, cuando ocurre, y dependiendo de su gravedad, pueden producir desde un breve cambio en el estado mental o la conciencia, hasta períodos más largos de inconsciencia o serios problemas cerebrales después de la lesión«, añade.
No se trata de una lesión menor si atendemos a los datos que facilita la OMS, que considera los traumatismos craneoencefálicos como la primera causa de muerte e incapacidad en la población menor de 45 años en los países desarrollados.
Pero no solo fallecimientos, porque otra de las importantes consecuencias de este tipo de traumatismos es la discapacidad que produce en muchos pacientes. Se estima que, en todo el mundo, un 43% de sus afectados padece algún tipo de discapacidad.
Los graves efectos a largo plazo del traumatismo craneoencefálico
Además de todos los graves problemas ya vistos que se pueden sufrir como consecuencia de un traumatismo craneoencefálico, el presidente de la SEN señala que “cada vez se encuentra una mayor evidencia sobre sus efectos en la salud cerebral a largo plazo».
«En los últimos años, se han publicado diversos estudios centrados en analizar la evolución de la salud cerebral de jugadores profesionales de deportes de contacto que en el pasado sufrieron conmociones cerebrales, encontrando numerosa evidencia científica de la relación entre los traumatismos craneoencefálicos y el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas en la madurez«.
Entre estas enfermedades se tiene constancia de la asociación el daño cerebral traumático y el desarrollo de encefalopatía traumática crónica, una enfermedad neurodegenerativa que se produce, principalmente, por haber padecido lesiones cerebrales traumáticas repetitivas en el pasado.
Algunos estudios apuntan a que cerca del 90% de los casos de encefalopatía crónica postraumática se producen en jugadores profesionales de deportes de contacto, sobre todo, en deportistas de boxeo, rugby, fútbol americano, hockey, artes marciales y lucha libre.
- Además, algunos estudios han señalado que el daño cerebral ocasionado por los golpes repetidos en la cabeza aumenta el riesgo de desarrollar a largo plazo demencias, como el Alzheimer, pero también otras enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Parkinson.
Aunque los beneficios de practicar deporte, tanto para la salud general como para la cerebral, siempre serán superiores a los posibles riesgos, es importante concienciar sobre la necesidad de prevenir los traumatismos de cabeza
«Y eso no solo se ha visto en las disciplinas deportivas más agresivas, como las que antes se han mencionado, sino también en otro tipo de deportes de contacto como puede ser el fútbol. Lo que ha llevado a que la International Football Association Board ya haya recomendado la prohibición de realizar cabezazos en el futbol infantil, por riesgo de lesiones cerebrales«, señala el doctor Jesús Porta-Etessam.
El peligro de estos remates de cabeza es tal que un reciente estudio sueco realizado con futbolistas señalaba que, salvo los porteros, los jugadores tenían 1,5 veces más probabilidades de desarrollar una enfermedad neurodegenerativa en comparación con la población general.
Deportes sí, pero con precaución
Todos estos datos no significan que no debamos realizar ninguno de estos deportes de contacto, al contrario. «La inactividad física es responsable del 6% de las muertes registradas en todo el mundo y es uno de los cuatro principales factores de riesgo de mortalidad.
Además, entre las múltiples bondades de realizar ejercicio, está también su función protectora frente a enfermedades neurodegenerativas o cerebrovasculares, ya que evitar el sedentarismo puede suponer un retraso de 10 o más años en la aparición de las primeras manifestaciones clínicas de muchas enfermedades neurológicas», señala el experto.
Eso, sí, siempre tomando todas las medidas necesarias para proteger nuestro cerebro. «Aunque los beneficios de practicar deporte, tanto para la salud general como para la cerebral, siempre serán superiores a los posibles riesgos, es importante concienciar sobre la necesidad de prevenir los traumatismos de cabeza y aún más en la infancia y la adolescencia, donde el cerebro está en desarrollo”, subraya el neurólogo.
Esa protección no solo es importante en la práctica deportiva, sino en cualquier ámbito de la vida diaria “donde la utilización sistemática del casco, del cinturón de seguridad u otros sistemas de seguridad pueden ser vitales para nuestra salud cerebral».