“Está enferma”, dice ingeniero de la NASA que perdonó a su exesposa tras matar a sus 5 hijos

Rusty Yates, el ex marido de la famosa madre asesina Andrea, la ha perdonado luego de que ahogara a sus cinco hijos pequeños en 2001, e incluso habla con ella en el hospital psiquiátrico al menos una vez al mes. 

El Post descubrió que Rusty, de 59 años, llama regularmente al Hospital Estatal de Kerrville para hablar con su exesposa de 60 años. La ex pareja habla de sus hijos asesinados, que ahora serían todos adultos. Rusty incluso ha visitado a su ex esposa en la instalación, que está destinada a personas consideradas incompetentes para ser juzgadas o declaradas “no culpables por razón de locura”. 

Rusty Yates se divorció de su infame esposa en 2002. Se volvió a casar y tuvo otro hijo, pero esa unión también terminó en divorcio. 

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Rusty sigue trabajando como ingeniero de la NASA, el mismo puesto que tenía cuando Yates persiguió y mató a los hijos de la pareja uno por uno. Mantiene un sitio web cuyo objetivo es mantener viva la memoria de sus hijos. 

“Andrea era una madre maravillosa”, dijo Rusty a Chris Cuomo de NewsNation el año pasado. “Cuando alguien actúa de una manera tan fuera de lo común, es una señal de que algo más está sucediendo. En lo que respecta al perdón, es como el comienzo”. 

“El siguiente paso del perdón, diría yo, es comprender que se trata de una enfermedad”, continuó. “Si no fuera por su enfermedad, ella nunca, nunca, nunca habría hecho daño a nuestros hijos”. 

Así fue el asesinato de los 5 niños  

Yates tenía 37 años el 20 de junio de 2001, cuando ahogó a sus cinco hijos pequeños en la bañera de su casa en un suburbio de Houston. 

Según el testimonio del tribunal, ella esperó a que Rusty se fuera a trabajar. Después de que él se fuera, ella comenzó a matar a sus hijos: Noah, de 7 años, John, de 5, Paul, de 3, Luke, de 2, y Mary, de 6 meses, uno por uno. 

Yates fue acusada de cinco cargos de homicidio punible con la pena capital. La fiscalía calificó el crimen de “atroz” y abogó por la pena de muerte. Pero la defensa argumentó que Yates sufría de depresión severa y psicosis como resultado de su reciente parto, y que eso la llevó a matar a sus hijos. 

Yates fue condenada inicialmente por asesinato y sentenciada a cadena perpetua.