DEPORTES

Atlético – Getafe | Y Giuliano volvió a demostrar, arrollando al Getafe, que es digno heredero del cántico de su padre

Desde hace 30 años, en el Vicente Calderón primero y ahora en el estadio Metropolitano se canta religiosamente, día sí, día también, al que seguramente sea la figura más importante de la historia del Atlético de Madrid. Cada minuto 14 atrona desde la grada el «ole ole ole, Cholo Simeone», una especie de salmo que ahora, a la fuerza, ha pasado a ser compartido. Porque bien vale para Diego Pablo, padre, como para un Giuliano, hijo, que ha derrumbado la puerta de tal manera que ya nadie osa ni pensar, ya no hablamos de decir, que está ahí por su apellido. Porque además de garra, de verticalidad y de todo lo que se presupone a un Simeone, él también suma asistencias y goles, a pares este martes ante el Getafe para sellar el pase a semifinales (4-0) de la Copa del Rey.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba