Donald Trump desempolva estrategia de defensa abandonada hace 40 años

No lo llames “Cúpula Dorada”, llámalo “Guerra de las Galaxias”. Una de las nuevas propuestas de seguridad lanzadas recientemente por Donald Trump ya había sido sugerida por otro presidente de Estados Unidos… cuarenta años antes.
Recientemente, el presidente de la Unión Americana señaló que deberían tener un escudo de defensa contra misiles balísticos, como el que tienen Ucrania o Israel, al que bautizó como “Cúpula Dorada”.
“Israel y otros países tienen uno de esos y los Estados Unidos también deberían tenerlo. Este es un mundo muy peligroso y vamos a proteger a nuestros ciudadanos como nunca antes”, señaló Trump en un discurso reciente.
Sin embargo, el plan no es precisamente nuevo. De hecho, fue sugerido durante el primer mandato de Ronald Reagan en la Casa Blanca, pero no fue construido debido a varias poderosas razones.
¿Qué era la Guerra de las Galaxias de Reagan?
En plena Guerra Fría, uno de los principales temores de los habitantes de los Estados Unidos era sufrir un ataque con misiles por parte de la Unión Soviética. En este contexto, se buscaron algunas soluciones.
Una de ellas fue la de crear una especie de escudo en contra de los misiles balísticos, e incluso nucleares, que se suponía podrían ser disparados desde el bando soviético y que destruirían en minutos ciudades enteras en Estados Unidos.
Así, en 1983, Ronald Reagan presentó la Iniciativa de Defensa Estratégica, la cual incluía misiles tierra-aire y otros dispositivos antimisiles, incluyendo láseres que se dispararían desde satélites en el espacio exterior. Ante lo extravagante de la propuesta, sus detractores comenzaron a llamarla la “Guerra de las Galaxias”.
Lo cierto es que nunca se llevó a cabo, en parte porque su costo era demasiado alto para la época, no se tenía la tecnología necesaria para convertir a los satélites en un arma y, cuando llegó, ya no existía la Unión Soviética, pues se desintegró en 1991.
¿Qué propone Donald Trump con su Cúpula Dorada?
La esencia del sistema de defensa propuesto por Trump es básicamente la misma que la de Reagan: una serie de dispositivos que permitan destruir misiles balísticos antes de que se conviertan en un riesgo para la población.
A diferencia de su antecesor, el presidente norteamericano ya contaría con la tecnología necesaria para que se dispararan láseres desde satélites, incluso que se rastrearan desde su salida, pero el problema sería el mismo: su costo es muy elevado.
Para muestra un botón: según Trump, su inspiración sería el Domo de hierro israelí, el cual protege Tel Aviv y algunas de las zonas más importantes de su territorio con defensa contra misiles balísticos de largo y medio alcance, con tres tipos diferentes de sistemas misiles tierra aire.
Mantener uno solo de ellos, el Arrow para misiles de medio y largo alcance, costó en 2020 alrededor de 3 mil 700 millones de dólares al año, lo cual se elevaría exponencialmente al tratar de proteger ciudades mucho más grandes que la capital israelí. Además, los daños hechos por los cohetes ultrasónicos iraníes, invisibles para el Domo de Hierro, hacen que la idea sea poco adecuada.
Fuente heraldodemexico.com.mx