Turquía y Siria preparan un nuevo pacto de defensa
En una visita altamente esperada desde la victoria militar rebelde en Damasco, el nuevo presidente interino sirio, Ahmed Al Sharaa —antes conocido por su nombre de guerra, Abu Mohammed al Jolani— viaja este martes a Ankara para reunirse con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan.
Turquía, durante los 13 años de guerra civil, se mantuvo como el gran —y único, en los últimos años— patrocinador de los rebeldes sirios en el conflicto contra el régimen del ya depuesto Bashar el Asad.
Ahora, Ankara espera recoger sus frutos: según varias fuentes anónimas a la agencia de noticias internacional Reuters, Al Sharaa y Erdogan discutirán este martes sobre varios pactos militares y de defensa, en los que Siria permitiría a Turquía, en un futuro cercano, establecer dos bases militares aéreas en el centro del país árabe. Turquía, país miembro de la OTAN desde la década de los 50, se encargaría además de la formación y entrenamiento del nuevo Ejército sirio, formado a través de las estructuras ya disueltas de las varias exmilicias rebeldes del país árabe.
«Estamos buscando crear vínculos en la región, y si estos vínculos llevan a un acuerdo para armar, entrenar, defender el espacio aéreo y otras cuestiones, estaríamos encantados», dijo este mes en una entrevista el ministro de Defensa interino sirio, Murhaf Abu Qasra. Según las fuentes anónimas citadas por Reuters, Turquía aceptaría dominar el espacio aéreo sirio a cambio de poder usarlo para sus fines militares.
Hasta la fecha, en Siria, tan solo tres países tenían bases y presencia militar: Estados Unidos, Rusia e Irán. El país persa, junto con sus milicias aliadas y Hizbulá, fue expulsado ante la caída de Asad, y Moscú, a pesar de que mantiene aún sus bases del Tartús y Hmeimim, en la costa siria, está reduciendo su personal y presencia en el lugar, mientras ve cómo la nueva administración siria le empuja a marcharse.
EEUU, por su parte, se mantiene en el este sirio, aunque el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, buscaría retirar todos los efectivos de Washington en el futuro cercano, según reportes de la prensa israelí. Turquía, ahora, sería la gran dominadora del país árabe, cuya administración, en quiebra, depende totalmente de la ayuda y financiación extranjera.
Temor en el este
Una mayor presencia y control militar turco en Siria, además, sería una gran herramienta de presión contra las milicias kurdosirias de las YPG, las que, en la actualidad, controlan la gran parte del este sirio —regiones tanto de mayoría kurda como árabe—. Estas milicias son consideradas como terroristas por Turquía por sus vínculos con la guerrilla kurdoturca del PKK, en guerra contra el Estado turco desde la década de los 80.
Damasco y las YPG están buscando llegar a un acuerdo para desmontar la autonomía y control territorial de este grupo y evitar, así, una ofensiva militar turca. Expertos y políticos sirios, sin embargo, aseguran a este periódico que las negociaciones han fallado, y que el escenario más probable, tras el acuerdo de defensa entre Ankara y Damasco, es una ofensiva militar conjunta entre Siria y Turquía.