Los Cavaliers, a ‘ritmo’ de los Bulls de Jordan
Cavaliers vive sus mejores días en la NBA desde la era LeBron James, un ‘rey’ que llevó a la franquicia de Ohio a disputar 4 finales consecutivas (de 2015 a 2018) y que hizo de Cleveland una ciudad de campeones tras una sequía de medio siglo
En cualquier caso, los Cavs han completado ahora una reconstrucción a fuego lento que parece haber hecho ‘clic’ en esta temporada 2024/25 y apunta a arrebatarle el trono de la Conferencia a los actuales monarcas de la liga, los Boston Celtics.
Un comienzo para los libros de historia
Son 1os en el Este con un balance de 29 victorias y 4 derrotas, el equipo de la NBA con más victorias en su casillero, por delante de los Oklahoma City Thunder, que lideran el Oeste con un 27-5. Los pupilos de Kenny Atkinson, entrenador estadounidense con doble nacionalidad española por su mujer y vive su primera temporada a los mandos del equipo, firmaron uno de los mejores arranques en la historia de la competición, un 15-0 que solo pudieron romper los Celtics en el TD Garden.
Fue la segunda mejor apertura a una temporada NBA jamás registrada, junto a los Rockets de 1994 y los Capitols de 1949. En el caso de Houston, ese año acabaron levantando el trofeo Larry O’Brien, el primero de los dos que Olajuwon consiguió como líder de ese grupo. Lejos de estos Cavaliers quedan los Golden State Warriors de la temporada 2015-16, que empezaron con un casi inigualable 24-0 en la época de máxima brillantez del trío Curry-Klay-Green, cuando todavía no había llegado Kevin Durant al proyecto de Steve Kerr.
¿Alcanzarán el 72-10 de Bulls?
Cleveland busca completar una temporada para el recuerdo. Tal y como apuntan medios como ‘StatMuse’, la estadística indica que, si siguen este ritmo de victorias, podrían acabar la campaña con 72 victorias en su cuenta, igualando los 72 triunfos que los míticos Bulls de Jordan consiguieron en la temporada 1995-96, considerada por muchos expertos como la mejor de la historia en la NBA. Los Warriors rompieron este récord con el 73-9 logrado en 2016, aunque no pudieron ponerle la guinda con el anillo de campeón, algo que sí pudo hacer por entonces su majestad ‘MJ’ en Chicago.
Un cuarteto de ensueño
El protagonismo en cancha esta temporada se reparte entre sus dos máximas estrellas en el exterior. Donovan Mitchell y Darius Garland firman sus mejores años en la NBA y lideran en anotación a los de Atkinson. ‘Spida’ promedia 23.7 puntos por noche y su compañero de batallas suma otros 20.5 unidades más, y añade 6.7 asistencias. Más allá de este dúo letal, los Cavaliers cuentan con una de las mejores parejas de antiaéreos del planeta en Evan Mobley y Jarrett Allen, ambos protectores de pintura de élite y con un gran IQ para encarar la canasta contraria. Mobley es un claro candidato al ‘jugador más mejorado del año’ y está mejorando en todos los aspectos en pista, creciendo sobre todo en el apartado ofensivo. 18.4 puntos, 8.7 rebotes y 1.5 tapones son los promedios del que fuera 3a elección del Draft de 2021. El ala-pívot siempre ha tenido buena mano desde fuera y esta temporada lo está bordando con un 43% de acierto en triple. Nada de este equipo funcionaría sin Allen, el ancla en defensa y un excelente jugador de pick and roll para los bases. El pívot promedia dobles dígitos en puntos (13.7) y rebotes (10.1) en su mejor año en la NBA. Es el segundo jugador con mejor porcentaje en tiros de campo con 69.5%.
El gran reto para este proyecto, que cuenta con buenas armas secundarias en LeVert, Ty Jerome o Georges Niang, es derribar el techo de cristal y alcanzar las finales de la NBA, no quedarse solo como un buen equipo de temporada regular, algo que en su día sufrieron equipos como los Bucks o los Raptors en esta misma Conferencia Este. Ambos maduraron lentamente y acabaron adjudicándose el anillo de campeón, algo que quieren hacer también en Cleveland Cavaliers. Los Celtics, con quienes a priori podrían verse las caras en unas hipotéticas finales de Conferencia, parten como grandes favoritos a revalidar el título en estos próximos playoffs.